miércoles, 13 de abril de 2022

Etapa 9: De Quiroga a Monforte de Lemos (31 kms)

 



Salimos de Quiroga siguiendo la carretera vieja que lleva a Monforte. Las flechas amarillas y mojones nos llevan en apenas 3 km a San Clodio, situado en la margen izquierda del río Sil. En su día hubo un embarcadero con barcos que permitían cruzar el río a animales, personas y carruajes. Hoy  existen dos puentes para sortear el río, con lo que los barcos han desaparecido, aunque para compensar hay una tentadora playa fluvial.



En San Clodio bien merecen una prolongada visita su Abadía del siglo XII, así como su monasterio, aún más antiguo (fundado en 928) y que hoy parte del mismo es un estupendo hotel con spa. Son dos visitas imprescindibles. 






Hemos entrado en el ayuntamiento de Ribas del Sil, donde su especial orografía y su particularidad paisajística viene marcada por la intervención romana fruto de su afán por la explotación aurífera. Desde el principio de la invasión romana se establecieron nuevos castros en la zona asentados en la mayor parte de los casos a pie de mina y, con ellos un aumento de la población. 

Muchos de los pueblos del ayuntamiento se asentaron sobre estos antiguos castros. Vease el caso de A Cubela emplazado sobre una antigua explotación que conserva en muy buen estado la arquitectura tradicional de sus viviendas, y que se puede visitar siguiendo un breve desvío muy recomendable siguiendo el cauce del Sil, la ruta de A Cubela. En el mismo ayuntamiento nos podemos detener para ver el Monasterio de Tobeo o el complejo arqueológico del Covallón.

Visitas aparte, nuestro recorrido sigue en paralelo a la N-120 por la citada carretera vieja, por la margen derecha del río Sil. En el km 3,100 llegamos a Espandariz, una población que se extiende a lo largo de la carretera entre la N-120 y el río Sil. Dejamos a nuestra derecha una pequeña capilla, después volvemos a cruzar la cartetera nacional a la altura de O Pontido para continuar por la carretera LU-933 que nos dejará en San Lorenzo de Nocedo. Aqui tomamos un desvío a la izquierda y siguiendo un camino cómodo llegamos en fuerte ascenso de nuevo a la carretera vieja que nos dejará en Nocedo. En esta localidad existió desde antiguo y hasta el siglo XX un puente que permitía a personas y carruajes cruzar el río. 

A partir de Nocedo, después de un pequeño tramo de carretera, nuestra ruta deja el curso del Sil y vira al norte, y tomamos un desvío a la derecha que nos conduce a través de un bosque de pinos a la ermita de los Remedios, un pequeño edificio que se levanta en un entorno de montaña desolado. En ella se guardan las imágenes de Nuestra Señora de los Remedios y de San Roque. Los viandantes echaban limosnas a través del enrejado de la puerta. 

Desde la ermita el camino desciende sobre un km hasta Carballo de Lor. Faltan 157,413 km para llegar a Compostela. Dos kilometros más de descenso por un valle encajonado entre montañas nos llevan al hermoso puente romano que nos permite cruzar el río Lor y meternos de lleno en Barxa de Lor. 


A continuación nos encontramos con la iglesia de Santa Mariña, después de haber realizado una fuerte subida a través de un estrecha calleja. Dejamos a nuestra derecha este edificio del siglo XVIII y, continuamos ascendiendo por una senda que nos lleva a un acantilado del río. Dejamos el río a nuestra derecha así como el desvío a Barxa y nos topamos en el alto de O Castro da Lama con un vestigio de lo que fue una explotación aurífera. 




Este complejo minero estaba constituido por la mina Do Medo y por el Castro Da Lama. Lo que se ve de la mina Do Medo es una excavación alargada formada por dos pequeñas ondonadas yuxtapuestas y abiertas por el método de Ruina Montium ya comentado en la etapa 6 en el paraje de Las Médulas): El agua era traída a través de canales y depositada en depósitos provendría del río Barxa y del río Val, para después inyectarla a presión en las cavidades hasta romper el monte. También forman parte de este complejo minero las minas de Liñares, O Fixaco, Libiado, A Labrada y A Carballeira, todas de pequeño tamaño y difíciles de ver hoy en día.

El castro da Lama está situado a los pies de la corta y, aún permanece sin excavar. Tiene planta ovalada y, está orientado en su eje mayor de este a oeste. La escarpada ladera le sirve como defensa por el sur, por el este y por el  norte. Esta labor defensiva la realizaría por el oeste un terraplén.

Este complejo minero es parte del conjunto de las Minas Romanas de Margaride do Lor, ende la ruta señalizada del oro y el hierro que recorre parte de la cuenca del río Lor.

A partir de este punto nosotros continuamos ascendiendo por pista, paralelamente a la N-120 y a las vías del tren, hasta el lugar conocido como "Chá de Castroncelos" desde donde tenemos una excelente vista de la meseta de Lemos.
Descendemos en un cruce de carreteras y seguiremos de frente hasta la población de Castroncelos, dejamos su iglesia parroquial con su hermosa torre cuadrada a nuestra derecha. 



En el interior de la iglesia nos aguarda una imagen de Santiago Matamoros presidiendo el altar mayor. Ya en el 1200 teníamos noticia de esta iglesia. 

Otro edificio destacado del pueblo es la conocida como casa del Mesón, que nos sorprende por su fachada hecha en mármol blanco y por los emblemas de algunos apellidos heráldicos como los Vázquez, Quiroga o Balboa.

Desde Castroncelos a Vilarino continuamos un corto trecho por llano. Dejamos este núcleo urbano y enseguida dejamos el asfalto por una senda de tierra que entre prados desciende hasta A Pobra do Brollón, pasando por Reguengo  y Fontela. Ya en el núcleo de A Pobla seguimos una senda estrecha que nos deja en el río Saa, que cruzamos a través de unos pasos de piedra. En la otra orilla nos encontramos un área recreativa que nos invita al descanso. Después tenemos que continuar nuestro camino por la calle central de la Villa hasta llegar a la Casa Consistorial. A Continuación giramos a la izquierda para dirigirnos a Brollón. Seguimos a través de un frondoso paraje paralelo al río Saa que en algunos tramos suele anegarse en invierno. Pasamos por los barrios de Lende y A Zapatería hasta A Ponte. Cruzamos el pequeño puente . En la otra orilla nos aguarda una estrecha calle perteneciente al barrio de Cereixa, que desemboca en la carretera LU-652. Cruzamos la carretera y seguimos de frente hasta la parroquia de San Pedro de Cereixa. 


Delante de la iglesia nos encontramos con un cruceiro con una talla de un peregrino en la columna. 

Torcemos a la derecha por carretera asfaltada que nos deja en el barrio de Rair. Unos metros más adelante dejamos la carretera y cogemos un camino de tierra que nos mete en un robledal. Después de 500 metros de fuerte ascenso, llegamos al alto da Serra. Ahora toca descender hacia el valle de Lemos entre un espeso pinar, que debido a la tala masiva nos puede llevar a error porque muchas de las flechas amarillas han desaparecido. En caso de duda, en los cruces de pista seguir siempre de frente. En breve cruzamos el canal de riego fruto de la obra "faraónica" realizada por los años 60. Cuidado, porque en algún punto nos podemos encontrar encharcamientos. 

Nuestro siguiente objetivo es Reigada, que enseguida cruzamos hasta encontrarnos un puente sobre el río Saa, que en este caso no cruzaremos sino que girando a la derecha. Siguiendo paralelos al río llegaremos al lugar denominado "As siete Fuentes", anexo al río Seco, que cruzamos por un puente de hormigón y nos dará entrada en la ciudad de Monforte de Lemos

Pocos metros más adelante y, ya dentro de la villa monfortina, se encuentra una capilla que guarda esculturas de Nuestra Señora de la O, del siglo XVII, y de San Jerónimo , San José y San Juan Bautista del siglo XVIII. Pocos metros más adelante vemos un cruce donde cogeremos a la derecha para seguir paralelo a la vía férrea, y tras realizar un largo recorrido urbano por las calles Rosalía de Castro  pasando al lado de la estación de tren, calle A Coruña, cruzar Doctor Casares, y seguir por la calle Caneiro, cruzar la circunvalación y continuar por el paseo fluvial, llegamos al casco medieval que se levanta sobre las aguas del río Cabe, en pleno corazón de la villa monfortina. 


Todo el casco histórico bien merece una prolongada visita. Su rico patrimonio viene estrechamente ligado al linaje de los Condes de Lemos, si bien el origen de la villa surgió de la ocupación de la colina en la que se asentaba un antiguo castro por parte de los monjes benedictinos de San Vicente del Pino.

El castillo de los Lemos también situado sobre una loma dominando el valle guarda un lujoso parador y conserva aún la torre del homenaje.


 
Otros monumentos dignos de mención serían: el monasterio de los Escolapios, conocido como el Escorial de Galicia; en éste destaca su hermoso claustro construido en estilo herreriano.


No menos importantes son el monasterio de Clarisas, el barrio de la Judería, los pazos de Tor o de los molinos de Antero, y el puente Viejo.


Y no olvidemos los museos de la ciudad, algunos tan destacados como el Centro del Vino de la Ribeira Sacra, denominación de origen de la que Monforte se considera su capital, o el Museo del Ferrocarril de Galicia.



Para alojarnos, en Monforte hay varias posibilidades, nosotros estuvimos en el Albergue de Peregrinos Lemavo, en Rúa Chamoso Lamas, 51, teléfonos 661.402.997 y 630.932.003, con precios desde 12 euros. 





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